31 de mayo de 2021

Por Joel Flores Bonilla

 

A punto están de culminar las campañas electorales, con lo que la ciudadanía podrá decidir básicamente entre dos caminos: continuar con la transformación que está rompiendo con el paradigma neoliberal que llevó a México a una espiral de crisis, violencia y corrupción por más de 30 años, provocado por los partidos conservadores, representados por el Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) –uno de derecha y otro de ultra derecha.

 

O seguir con recetas político–económicas impuestas por una clase político–empresarial, adoctrinada con las enseñanzas de Milton Friedman, esto es, un capitalismo salvaje que nos condujo a la perdida de la soberanía nacional y la dependencia hacia potencias extranjeras para la privatización de la salud, el agua, la educación y la información. Asimismo, proliferaron fábricas de pobres para el enriquecimiento obsceno de unos cuantos, así como el robo de los bienes de la nación.

 

Durante más de tres décadas, el control político fue ejercido con dureza, mediante políticas “dolorosas pero necesarias” y represión mediante grupos paramilitares y militares que impidieron alzamientos sociales, como el del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en Chiapas, el Ejército Popular Revolucionario (EPR) en Guerrero y Oaxaca y la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO). Aunado a que estos movimientos fueron infiltrados, cooptados, cayendo en contradicciones y su posterior debilitamiento.

 

Mientras que por la vía democrática, se afianzaron al fraude electoral como parte de la democracia mexicana para impedir que un partido político de oposición llegara al poder, por lo que mediante la compra del voto o a través de prácticas truculentas en las urnas, en contubernio con las instituciones democráticas, impidieron la materialización de la voluntad del pueblo.

 

Además de que tuvieron a su servicio el control del aparato ideológico, con los medios de televisión, radio y prensa, para aprobar o desacreditar la información que convenía a sus intereses, con tal de mantener un sistema hegemónico que impidiera el surgimiento de movimientos sociales populares para la formación de gobiernos de salvación nacional que sacaran al pueblo mexicano de la lógica neoliberal.

 

Fueron las elecciones presidenciales de 2018 el parteaguas que cambió el rumbo de la historia mexicana para encauzar al estado de bienestar, teniendo como ejes principales la recuperación de la economía, los derechos humanos y los bienes de la nación, así como la defensa de la naturaleza.

 

En los poco más de dos años de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, no solo ha logrado devolver estos derechos a las y los mexicanos, también hay un combate fehaciente contra la pobreza y la injusticia, basta ver la forma en como se ha manejado la epidemia de la Covid–19 en el que médicos, epidemiólogos y científicos mexicanos lograron aplanar la curva de contagio para evitar el desbordamiento de hospitales y centros de salud que hubiera llevado a una mortalidad más alta en la población.

 

También el manejo de las vacunas es digno de mencionarse, pues se está protegiendo de manera gratuita, primero a la población más vulnerable y la que está al frente de la línea de batalla atendiendo a los enfermos, de manera heroica, a pesar de las carencias de material, equipo e infraestructura, a causa del saqueo que provocaron los tecnócratas al privatizar los servicios de salud y solo pudieran acceder quien pudiera pagarla.

 

Hoy es un ejemplo de civilidad el que el presidente de la Republica espere su turno para ser vacunado, lo mismo ocurrió con la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum; el secretario de Hacienda, Arturo Herrera y el subsecretario de Salud, Hugo López–Gatell, que si hubiéramos seguido con los gobiernos neoliberales de antes, seguramente habrían movido sus influencias para proteger primero a familiares y amigos o lo que hubiera sido peor, hubieran medrado con los biológicos ante la situación de la pandemia y aprovechado el momento para endeudarse con el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, como era su costumbre.

 

Prácticamente los gobiernos neoliberales son un reducto en estados donde todavía gobierna el PRIAN y en Nuevo León que es gobernado por un independiente con el sello del PRI. Por lo que para que la transformación llegue a todos los rincones del país es necesario quitarlos del poder.

 

Ahora le toca el turno a Tlaxcala y otros estados para sacudirse el cacicazgo de la impunidad y la corrupción, aun teniendo en contra las campañas sucias hacía las candidatas y los candidatos de Morena. Sin embargo, el pueblo tlaxcalteca es uno de los más avispados, como ya lo demostró en las elecciones presidenciales de 2006, 2012 y 2018 para demostrar su confianza a ya sabes quién.

 

Es el momento de sacar la casta guerrera y saciar la sed de justicia para comenzar a escribir una propia historia con la Cuarta Transformación, dale un voto de confianza a la 4T y que el pueblo y la historia se encargue de juzgar a nuestros próximos gobernantes.

 

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Publicado en La Jornada de Oriente Tlaxcala

24 de mayo de 2021

Por Joel Flores Bonilla

 

Desde que inicio el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), muchos ciudadanos con y sin partido decidimos participar para ayudar a combatir el antiguo régimen de potentados al servicio de tecnócratas formados por el neoliberalismo que desde Washington, Estados Unidos, ordenaban las políticas de desmantelamiento del Estado y el saqueo de los recursos de la nación.

 

Desde 1982, con el sexenio de Miguel de la Madrid hasta el gobierno de Enrique Peña que finalizó en 2018, el país vivió uno de los peores episodios de la historia de los mexicanos, marcada por devaluaciones, genocidios, persecución política, proliferación del crimen organizado, esclavitud laboral, abandono del campo, migración y remate de las empresas estatales, además de los bienes estratégicos de la nación, que en su conjunto traicionaron los derechos plasmados en la Constitución mexicana.

 

Además de que los políticos del bipartidismo formado por los partidos Revolucionario Institucional y Acción Nacional, implantaron un neoliberalismo a la mexicana, teniendo como sello principal a la corrupción, que como germen se extendió por todas las instituciones, constantemente protegidas por el manto de la impunidad ante la ausencia de la justicia, para permitir el atraco y el robo al pueblo mexicano.

 

También fomentaron el nepotismo, el influyentismo y el caciquismo, convirtiéndose en parte de la vida diaria, al grado de que se normalizara en la administración pública y las organizaciones políticas, acuñándose frases que son un esperpento del surrealismo en el México mágico de Carlos Salinas anunciando en cadena nacional a todos los mexicanos que con el Tratado de Libre Comercio nos preparáramos para ser un país de primer mundo como nuestros socios del norte y a la revista Time con su portada de Enrique Peña titulada “Salvando a México”.

 

Entre las frases que patentó el partido tricolor y que después transmitió a los partidos azul, amarillo y verde, para ejercer como dogma político, se encuentran:

 

“Vivir fuera del presupuesto, es vivir en el error”, “el que no transa no avanza”, “un político pobre, es un pobre político”, “no quiero que me den, sino que me pongan donde hay”, “no importa que robe, pero que salpique”, “sin obras, no hay sobras”, “el que se mueve no sale en la foto”, “todo lo que se puede comprar con dinero, es barato”, “amistad que no se demuestra en la nómina es pura demagogia”,  “al final del sexenio viene el año de Hidalgo” y por si el año de Hidalgo no alcanza viene “el año de Carranza”.

 

De este tamaño es el cinismo de la cleptocracia, que hoy todavía se valen de todo tipo de engaños y se ponen el disfraz de corderos para engatusar a cuanto inocente se deje. El escritor Mark Twain decía:

 

“Es más fácil engañar a las personas que convencerlas de que han sido engañadas”.

 

Precisamente sacarlos del engaño es la labor que hay que realizar, aunque cueste más, es mejor que la ciudadanía enfrente la realidad y la transforme en lugar de que por desanimo o desinterés, prefiera dejar en manos de los mismos políticos la toma de decisiones, pues con los problemas de la vida le basta y le sobra.

 

De igual manera, quienes apoyamos la 4T, es menester propio estar al pendiente que los candidatos no simulen en el discurso y favorezcan el gatopardismo, lo que significa que para que las cosas sigan igual tienen que cambiar y para ello se adaptan a la circunstancia que les da la oportunidad de ser abanderados, pero que en el fondo dan muestras de que sigan siendo los mismos. En ese caso mejor que regresen a su partido original.

 

Por eso, los candidatos de Morena que resulten favorecidos con el voto, tendrán que ser los referentes del partido para cumplir con todos los compromisos en campaña, vivir como vive la mayoría de los tlaxcaltecas, para así tener la autoridad moral que permita gobernar con y para el pueblo.

 

Mientras que quienes forman parte de la coalición de Morena, también tienen la oportunidad de cambiar y reivindicarse con las luchas justas del pueblo, para colaborar a sentar las bases de la transformación de Tlaxcala, porque si se trabaja para el beneficio de la sociedad con ética, justicia e igualdad tendremos un lugar que nos permita vivir dignamente, de manera pacífica, en la que todas las personas podamos tener las mismas oportunidades de desarrollo y en armonía con la naturaleza.

 

Finalmente de eso se trata la política y es a lo que tenemos que aspirar en la Cuarta Transformación de la historia como parte de un país que lucha por un gobierno que vela por los intereses de la mayoría, respeta los derechos de las personas y los animales, garantiza las necesidades básicas de los individuos y cuida del ambiente y los seres vivos que nos rodean. Es la tarea que tenemos como humanidad y por lo que vale la pena no perder la esperanza.

 

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Publicado en La Jornada de Oriente Tlaxcala

17 de mayo de 2021

Por Joel Flores Bonilla

 

La oligarquía mexicana que durante décadas gobernó el país, lo hizo gracias a que siempre tuvo de su lado a partidos políticos como el Partido Revolucionario Institucional, el Partido Acción Nacional y otros partidos satélites que sirvieron a los intereses de una minoría rapaz, hoy representada por su vocero, Claudio X. González. Además de tener en sus filas una prensa pagada para adormecer a la ciudadanía con un supuesto bienestar y ataque a los opositores.

 

Esta vez convertidos en oposición, los oligarcas buscan mediante el fraude electoral recuperar algo del terreno perdido en 2018 frente al presidente Andrés Manuel López Obrador y el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), ya que al carecer de proyecto y líderes políticos que hagan contrapeso, su apuesta es la de ganar a como dé lugar o dicho con las palabras de quién se robó la elección presidencial en 2006, “haiga sido como haiga sido”.

 

La historia del fraude electoral en México no es nueva, por un lado opera en la compra venta del voto a cargo de los “mapaches” electorales de los partidos políticos aliados al viejo régimen y, por el otro, los medios de comunicación buscan desincentivar a la población para emitir su sufragio, con la anuencia del árbitro electoral.

 

Ya sea con la entrega de despensas, animales, material de construcción, calentadores solares, tinacos –dinero en efectivo a veces falso– o dinero en tarjetas –muchas veces sin fondos, sobre todo si pierden–, los políticos sin escrúpulos buscan lucrar con las necesidades de la gente.

 

Además de manchar la democracia con campañas de desprestigio en contra Morena, la imparcialidad de un grupo de consejeros del Instituto Nacional Electoral, encabezados por Lorenzo Córdova y Ciro Murayama, y los delitos electorales exhibidos en las conferencias matutinas que realiza el presidente de México, como vales de despensa en Guanajuato y monederos electrónicos en Nuevo León.

 

Precisamente en las elecciones presidenciales de 2012, el candidato Enrique Peña Nieto usó la estrategia de las tarjetas o monederos electrónicos creados por el grupo Atlacomulco en la campaña de Eruviel Ávila para gobernador del Estado de México en 2011 con la tarjeta “La Efectiva”, posteriormente Alfredo del Mazo entregaría la “Tarjeta Rosa” en las elecciones de 2017 y José Antonio Meade en las elecciones presidenciales de 2018 con la tarjeta “Avanzar contigo”. La promesa de dádivas a través de dinero plástico ha sido utilizada por otros partidos, sin embargo, no en todos los casos se ha sancionado esta práctica que promueve el fraude electoral.

 

Aun cuando las sanciones por delitos electorales se han endurecido y la Fiscalía Especializada para la Atención de los Delitos Electorales (Fepade) es un organismo autónomo, la compra de conciencias para votar por un candidato es una práctica recurrente. No obstante, la ciudadanía también ha aprendido a valorar su voto y a ejercer su libre derecho para votar de manera libre y secreta.

 

Hoy el pueblo sabe que el gobierno ya no puede condicionar su voto para garantizar un programa social o estabilidad en el gobierno, pues ahora muchos programas sociales son parte de la ley y universales, por lo que todos pueden recibirlos sin distinción o preferencia política y en casi tres años de mandato presidencial se ha demostrado que un gobierno de izquierda sabe gobernar con justicia social.

 

Por lo que desde el gobierno de la 4T, los adultos de más de 68 años de edad – próximamente a partir de los 65 años– tienen derecho a un apoyo económico de 2 mil 550 pesos cada dos meses, el cuál irá incrementando hasta llegar a 6 mil pesos bimestrales en 2024.

 

Lo mismo sucede con las becas para jóvenes estudiantes, personas con alguna discapacidad e infantes que sean hijos de madre o padre soltero que trabajen. O con programas agroforestales para generar empleo y cuidar el ambiente, programas para el primer empleo en jóvenes recién egresados y también para incentivar el autoempleo.

 

Inclusive el salario mínimo tuvo un incremento sin precedente de 88.36 a 141.70 pesos, diarios.

 

Con estas acciones el gobierno ha buscado disminuir la brecha de la desigualdad, pero también tiene como propósito que la población no sea susceptible de comprometer el futuro de sus hijos a cambio de baratijas o dinero fácil que de igual manera fácil se va.

 

La transformación de México es posible, mediante un gobierno que busque el bien común de sus habitantes y no solo para el enriquecimiento de unos cuantos, a costa de la mayoría. Lo mejor es que todos los mexicanos podemos ayudar a construir un parteaguas de una nueva historia de nuestro país, en el que se ponga por delante los valores y principios que regeneren y humanicen a la sociedad, para lograrlo es importante que la ciudadanía vote de manera libre, secreta, pero también que su voto sea respetado.

 

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Publicado en La Jornada de Oriente Tlaxcala

10 de mayo de 2021

Por Joel Flores Bonilla

 

Después del retraso de unos días, finalmente inició la campaña electoral para las candidatas y los candidatos a las 15 diputaciones locales, 60 ayuntamientos, 60 sindicaturas, 350 regidurías y a las 299 presidencias de comunidad. Ante la incertidumbre que había en el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE), quienes aspiran a ser los representantes de la ciudadanía prefirieron aguardar hasta que el árbitro electoral diera el visto bueno a la documentación de las planillas, sobre todo para cuidar la paridad de género, la inclusión de jóvenes menores de 29 años de edad en alguna de las siguientes nominaciones, candidata o candidato a la presidencia municipal, sindicatura, primer o segundo regidor y por lo menos que una candidatura sea para personas de la comunidad LGBTTTIQ+, además de que todas las acciones afirmativas tuvieran su respectivo suplente del mismo grupo.

 

Este batallón de aspirantes se sumó al proceso electoral, en el que ya se encuentran disputando la gubernatura y las diputaciones federales, pero a diferencia de estos, los recién entrados a la batalla por el voto tendrán una pelea más pareja con el resto de los candidatos, en el sentido de que no van en coalición con otros partidos políticos, por lo que como en el año 2016, es posible la atomización del voto con hasta 15 candidatos en cada municipio, a menos de que los tlaxcaltecas le vuelvan a dar su voto de confianza al proyecto de la 4T que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, como lo hizo en las elecciones de 2018 y se haga caso al llamado que surgió en redes sociales con la etiqueta #VotoMasivoPorMorena2021.

 

Así como es importante que el presidente Andrés Manuel López Obrador mantenga el apoyo en la Cámara de San Lázaro con una mayoría de legisladores de Morena y sus aliados, para seguir con las reformas que construyen el estado de bienestar, representado por la 4T, también sería de gran apoyo el triunfo en las 15 gubernaturas, que sumadas a los seis estados actualmente gobernados por Morena y su aliado el PES, significaría que el federalismo en México se inclinaría al ala progresista democrática.

 

Pero, además, cada gobierno estatal requiere del apoyo de su Cámara de Diputados local, pues recordemos que en la división de poderes, el Legislativo es el encargado de realizar y aprobar las leyes que facilitarían los cambios que requiere el Estado, en materia de buen gobierno con los preceptos de no mentirle, no robarle y no traicionarle al pueblo que los eligió, corregir la actual política social en el estado para disminuir la brecha de la desigualdad y la falta de oportunidades, mediante los programas sociales, de los cuales la candidata de la coalición “Juntos Haremos Historia en Tlaxcala” es conocedora y enderezar la política económica para estar a la par de nuestros estados vecinos que conforman la megalópolis y de la cual no podemos excluirnos.

 

La candidata a la gubernatura del estado por Morena, Lorena Cuéllar Cisneros, es el ariete, impulsada por los demás candidatos del mismo partido, junto con sus aliados, pero también es de suma importancia que ella llame al voto, tanto para los legisladores locales como los municipales y de comunidad, para que haya sinergia y cuente en los ayuntamientos y comunidades no solo con el respaldo al proyecto de la 4T, sino también pongan en práctica la misma ideología de mandar obedeciendo, limpiar la corrupción de arriba para bajo, evitar el derroche en salarios y lujos como sucede con el que paga para llegar y llega para robar –Carlos Gaviria Díaz.

 

En cuanto a los partidos aliados, la vigilancia y la exigencia es la misma con sus candidatos, porque el pueblo pone y el pueblo quita. Para muestra está el caso del gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, quien fue desaforado hace unos días por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, por el delito de defraudación fiscal equiparada, además de que se le puede imputar por lavado de dinero y delincuencia organizada. Actualmente se encuentra prófugo de la justicia.

 

Este es el horizonte para lograr la transformación después de muchas luchas y generaciones que nos precedieron, por eso arrecian los ataques de la oposición con anuncios de miedo en la población para generar odio hacía Morena y al presidente de la nación, por eso no les importa a los panistas sacar raja política de las desgracias a cambio de votos, por eso las embestidas diarias de articulistas, columnistas, intelectuales orgánicos de la derecha y despachos de abogados que presentan amparos en contra de leyes y obras, en el que se sospecha de financiamiento extranjero para tratar de desestabilizar al gobierno.

 

Vivimos en tiempos de López Obrador y la 4T, enfrentamos el poderío de empresarios capaces de quitar o poner presidentes en América Latina, pero como dijo Ignacio Zaragoza, nosotros somos los mejores hijos de México.

 

Facebook: @FloresBonillaJoel

 

Publicado en La Jornada de Oriente Tlaxcala el 10 de mayo de 2021

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

6 de mayo de 2021

Por Joel Flores Bonilla

 

En tensa calma se cumple la mitad de la campaña a la gubernatura y las diputaciones federales. Hasta el momento, Tlaxcala es el único estado de los 15 que realizan elecciones este año en el que el Instituto Nacional Electoral (INE) no ha intervenido con la pérdida de alguno de los registros de los candidatos de Morena, como ya ocurrió con 49 candidatos, dos muy sonados, que corresponden a las gubernaturas de Michoacán y Guerrero. Mientras que los demás morenistas sancionados con la invalidación de la candidatura, incluyen a 25 diputados federales, seis a diputados locales, 12 a presidentes municipales y cuatro alcaldías, todos ellos por la supuesta omisión de informes de gastos de precampaña o de manera extemporánea.

 

Para muchos, incluyendo al presidente Andrés Manuel López Obrador, este castigo parece más bien venganza, además de constitucionalmente desproporcionada, debido al exceso de la sanción, aun así recomendó a los militantes del partido que lo llevó a la Presidencia, cabeza fría y corazón caliente, para no caer en provocaciones y de esta manera se contribuya a que la democracia no se mantenga en vilo. En ese mismo sentido se expresaron los gobernadores constitucionales de Baja California, CDMX, Chiapas, Morelos, Puebla, Tabasco y Veracruz.

 

El balance a 34 días de la elección se mantiene sin altibajos, la candidata de la alianza “Juntos Haremos Historia en Tlaxcala” se mantiene a la cabeza de las encuestas y libro el arranque complicado por los sentimientos encontrados de las otras dos aspirantes al gobierno estatal, la falta de dirigencia estatal y de la estructura orgánica del partido, lo cual no es poca cosa; además de la designación de las y los candidatos a diputados federales y locales en los que va en coalición Morena y por el que se ha tenido que apechugar, dado la importancia histórica que representa la continuidad de la Cuarta Transformación.

 

Desde el inicio se pronosticó que las protagonistas serían las dos candidatas a la gubernatura de las coaliciones, en un duelo que cada vez acapara más reflectores, entre la candidata de la 4T y la candidata del gobernador y los partidos que conforman el Tucom (Todos Unidos contra Morena). Mientras que las campañas a las tres diputaciones federales hasta el momento se mantienen en un bajo perfil.

 

La siguiente prueba que ha tenido que enfrentar Lorena Cuéllar Cisneros ha sido el nombramiento de las y los candidatos a las presidencias municipales, en las que si bien no hubo representación equitativa de todos los liderazgos, hubo la posibilidad de la inclusión en algunos municipios para conformar las planillas y las presidencias de comunidad.

 

Todo esto dependió del oficio político de las y los candidatos a los 60 ayuntamientos municipales para conciliar con los ex aspirantes y la madurez política que hayan mostrado estos para llegar a un acuerdo político de sumarse a la campaña política, lo cual será de mucha ayuda para trabajar en la búsqueda de un objetivo en común, mientras que en algunos casos será una buena lección de humildad y compañerismo.

 

Pasado el proceso electoral, se verá como en la fábula de Esopo, quienes trabajaron como hormigas o cigarras.

 

Por otro lado, se encuentra el caso de aquellos que no resultaron favorecidos con la candidatura y se refugiaron con la candidata del Tucom o algún otro partido, a quiénes les puede pasar lo que a Efialtes de Tesalia en la batalla de las Termópilas.

 

También hay quién ha acudido a los tribunales electorales para impugnar, con lo cual es un riesgo abrirle las puertas al INE para que se entrometa en las decisiones del partido, tal y como sucedió cuando se judicializó la renovación de la presidencia y secretaría general nacional, lo que dio como resultado la intromisión del INE para que tuviera en sus manos el proceso.

 

Es momento de definiciones en la coyuntura electoral y aunque no todos los candidatos de Morena sean del agrado de la militancia, la continuidad del proyecto de la 4T dependerá de cada una de las elecciones y este 6 de junio no será la excepción, por lo que solo el voto masivo evitará que se retroceda en el terreno ganado.

 

Después de que pase el proceso electoral, el partido Morena tendrá que renovarse y volver a su composición de partido en movimiento, con una ideología bien definida y una escuela de cuadros políticos a la altura de la circunstancia.

 

Mañana 4 de mayo inician campañas los candidatos a las presidencias municipales y de comunidad, en el caso de Morena se tendrá la oportunidad histórica de representar los primeros gobiernos que pongan en práctica la austeridad, el combate a la corrupción, la justicia social y la vocación de servicio, como sello de la 4T para continuar con la regeneración y la pacificación del país.

 

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Publicado el 3 de mayo en La Jornada de Oriente Tlaxcala