28 de junio de 2021

Por Joel Flores Bonilla

 

El balance general que nos dejan las elecciones locales para Morena y la 4T, pese a que todavía existen inconformidades e impugnaciones, es el de un terreno fértil para que se siembre la esperanza e inicie una nueva etapa en la vida política de Tlaxcala.

 

Con una reconfiguración del gobierno en el plano estatal y municipal, la 4T tiene una gran oportunidad para sentar los reales de la justicia, la austeridad y el buen gobierno. Buscando el bien común de los ciudadanos y actuando con honestidad, tal y como lo demuestra el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y su gabinete.

 

La posibilidad de que Tlaxcala sea un estado con un gobierno progresista va a depender de ahora en adelante de la consolidación de los diferentes liderazgos y la autoridad moral producto del trabajo durante los próximos tres y seis años.

 

Recordemos que, de acuerdo con las palabras del presidente de la nación, él habrá cumplido con su encomienda al terminar su mandato, por lo que buscará el retiro de la vida política con tranquilidad, siempre y cuando la dirigencia nacional del partido quede en manos de un dirigente a quien se le pueda confiar que continúe con la transformación, respete los documentos básicos, lo salve de la burocratización y no se “perredice” (sic.) en el camino.

 

Sobre esta tesitura, es crucial el papel que desempeñe la militancia, pues no solo debe ayudar a poner en marcha el engranaje de la estructura partidista para el próximo proceso electoral, sino también es menester mantenerlo en movimiento defendiendo las causas sociales.

 

La consulta popular

 

Estamos a un mes y unos días de que se realice la consulta ciudadana para que las y los mexicanos decidan si quieren o no que se lleve a juicio a los cinco expresidentes que entregaron los bienes de la nación a particulares, tanto nacionales como extranjeros, utilizaron al Ejército en contra del pueblo, fabricaron una guerra sacrificando a miles de compatriotas y se coludieron con el crimen organizado de cárteles del narcotráfico y de cuello blanco.

 

La labor de informar e incentivar a la ciudadanía tlaxcalteca para que emita su opinión en una de las 598 Mesas Receptoras de la Consulta Popular, debe ser una contribución del militante de Morena, pues para que sea vinculante la consulta y se pueda enjuiciar a Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña, se requiere la participación de al menos el 40 por ciento del padrón con credencial para votar.

 

Con relación en la reciente elección, participó el 64 por ciento del padrón electoral en Tlaxcala, el cual equivale a 627 mil 664 votantes –de acuerdo con el cómputo gubernatura ITE–CG–248–2021– de un universo compuesto por 978 mil 393 tlaxcaltecas con credencial para votar, la tarea para convencer a que asistan este 1 de agosto a votar por el sí, es algo que se ve factible, pero para ello es necesario realizar un trabajo de organización y coordinación en todo el estado para formar brigadas que informen, promuevan el sí y vigilen la consulta. De lo contrario se dejará pasar una oportunidad de oro para terminar con décadas de impunidad y se trunque la posibilidad de hacer realidad la anhelada justicia.

 

Se debe considerar que en todo el país se requieren un poco más de 37 millones de votos, 7 millones de votos más que los que obtuvo AMLO en las elecciones presidenciales de 2018, el número de casillas se va a reducir en un tercio, además de que hay poca o casi nula difusión por parte del Instituto Nacional Electoral, a excepción de la que realizan los simpatizantes de la consulta en redes sociales.

 

Reactivar al partido desde las bases

 

El partido Morena gobernará durante el próximo trienio en 14 de 60 municipios, lo cual equivale casi a una cuarta parte del estado. En los municipios de mayor número de habitantes –más de 30 mil–, serán estos cinco los que gobierne Morena: ciudad de Tlaxcala, Chiautempan, Contla de Juan Cuamatzi, Ixtacuixtla de Mariano Matamoros y Yauhquemehcan.

 

En los municipios que tienen entre 10 mil y menos de 30 mil, Morena será gobierno en estos siete: Amaxac de Guerrero, Nanacamilpa de Mariano Arista, Panotla, Tenancingo, Teolocholco, Tepetitla de Lardizábal y Santa Cruz Tlaxcala. Y en los municipios de menos de 10 mil, se encuentra Sanctórum de Lázaro Cárdenas y Santa Apolonia Teacalco.

 

Mientras que en los 46 municipios donde no ganó, tendrá en 37 municipios a por lo menos un regidor en la integración de los próximos ayuntamientos.

 

En todos los municipios y sus comunidades es menester la formación de comités de base, para que una vez que el Comité Ejecutivo Nacional emita la convocatoria para la renovación de los comités municipales, participen en la asamblea municipal y posteriormente en las asambleas distritales con el propósito de elegir a los nuevos consejeros estatales con base en la probidad y la autoridad moral. Es lo mínimo indispensable.

 

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Publicado en La Jornada de Oriente Tlaxcala

21 de junio de 2021

Por Joel Flores Bonilla

 

Por primera vez en la historia de México se realizará una consulta popular para preguntarle a los ciudadanos si están de acuerdo o no en que se investiguen a los ex presidentes de la República Mexicana por los crímenes que no fueron investigados durante su sexenio, así como los actos de corrupción en los que fueron cómplices y por tal motivo causaron la extrema pobreza y desigualdad en la población.

 

Este logro sin parangón, fue posible gracias a que 2.5 millones de ciudadanos firmaron el año pasado la solicitud de la consulta a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) e hicieran valer la Ley Federal de Consulta Popular para enjuiciar a los ex presidentes Carlos Salinas de Gortari, Enrique Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quezada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto.

 

El 1 de octubre de 2020, los ministros de la SCJN avalaron, por mayoría, la constitucionalidad de la consulta, que de acuerdo con los artículo 4 y 5, establece que la consulta popular es el instrumento de participación ciudadana –incluyendo los mexicanos en el extranjero–, a través de la emisión del voto libre, secreto, directo, personal e intransferible, para tomar parte de las decisiones de los poderes públicos respecto de uno o varios temas de trascendencia nacional o regional competentes de la Federación.

 

Sin duda alguna, este ejercicio democrático sienta un precedente en la vida pública de México, en contra de la impunidad, la cual se utilizó como moneda de cambio constante para que funcionarios y políticos se cubrieran las espaldas durante cada sexenio y fuera posible la corrupción en todos los niveles, imposibilitando de esta manera que pudiera existir el mínimo intento de justicia.

 

No era raro que cada ex mandatario desde que inicio el neoliberalismo, buscara la manera de cumplir y satisfacer las órdenes de quienes los habían llevado a la silla presidencial, olvidándose de que es el pueblo a quien debían servir y, por lo tanto, se convertían en subordinados de intereses privados nacionales y extranjeros para saquear los recursos, servicios y bienes de la nación como, por ejemplo, el agua, los energéticos, los minerales, las playas, las carreteras, los medios de transporte como las aerolíneas y los ferrocarriles, los puertos, los aeropuertos, el espacio radioeléctrico, la comunicación satelital, las pensiones y la salud pública.

 

Además de la venta de las empresas paraestatales, tales como la telefonía, la televisión, los ingenios azucareros, los fertilizantes, la petroquímica, los laboratorios de medicinas y vacunas, incluyendo la banca mexicana, con la finalidad de mal baratar lo que se podía, sin importarles un ápice las palabras del general Lázaro Cárdenas que dijo:

 

“Gobierno o individuo que entrega los recursos naturales a empresas extranjeras, traiciona a la patria”.

 

Para comprender el tamaño de la privatización, se tenían registradas mil 155 empresas existentes en 1982 y al finalizar el sexenio de Carlos Salinas solo quedaban 200.

 

El despojo siguió con Ernesto Zedillo, con los panistas Vicente Fox y Felipe Calderón, hasta llegar con Enrique Peña y el pacto contra México que firmaron PRI, PAN y PRD, hoy formando un solo partido el PRIANRD, para desmantelar la educación pública, quitar los derechos laborales y tratar de vender Petróleos Mexicanos como chatarra.

 

Lo que no se pudo vender, se puso en manos de la voraz inversión privada extranjera, solo las deudas y el rescate financiero por los quebrantos pasaron a manos del pueblo, como el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), después Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB); lo mismo ocurrió con la aerolínea Mexicana de Aviación y los ingenios azucareros.

 

Aún falta por mencionar los crímenes de lesa humanidad que ocurrieron en cada sexenio del PRIAN, en los que se tienen registros de matanzas a campesinos, migrantes, indígenas y en general a la población civil, además de ejecuciones extrajudiciales, desapariciones, violaciones y muertes de niños, sin que haya habido una investigación seria para fincar responsabilidades a quien corresponda, solo “verdades históricas” y “carpetazos”.

 

Por cuestiones de espacio se hablará en otra ocasión sobre este tema, pues lo que se busca es justicia para mitigar el dolor que representa en las familias, el recuerdo de la pesadilla neoliberal, recordemos que en Latinoamérica se tienen antecedentes de dictadores a los que llegó la justicia, como  la sentencia histórica del ex presidente de Argentina, Jorge Videla, por su participación en los crímenes cometidos en la dictadura o el dictador chileno Augusto Pinochet, quien también fue procesado.

 

Por el momento, la consulta está programada a realizarse este 1 de agosto, bajo la responsabilidad del Instituto Nacional Electoral y requiere más de 37 millones de votos a favor del SÍ, para que las autoridades inicien las averiguaciones correspondientes.

 

Por último, el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones sigue dando tumbos para asignar las regidurías, los representantes de los partidos deben estar alerta para que no les vayan a escamotear el listado de regidores.

 

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Publicado en La Jornada de Oriente Tlaxcala

14 de junio de 2021

Por Joel Flores Bonilla

 

Después de que concluyeron los cómputos municipales, distritales y para la gubernatura, cada partido político habrá de realizar, junto con sus militantes, el recuento de daños y la autocrítica correspondiente, pues como escribió el Premio Nobel de Literatura, José Saramago:

 

“La derrota tiene algo positivo: nunca es definitiva. En cambio, la victoria tiene algo negativo: jamás es definitiva”.

 

En el caso del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), los logros obtenidos en esta elección no deben obnubilar a los dirigentes por haber refrendado, con justa razón, el primer lugar como fuerza política a nivel nacional, tal y como sucedido en 2018 con el triunfo avasallante del presidente Andrés Manuel López Obrador, en el que militantes y dirigentes se quedaron en el festejo perenne, olvidando la continuidad de los trabajos partidarios y el movimiento social.

 

A pesar de todos los contratiempos, los mexicanos le dieron nuevamente su voto de confianza al presidente Andrés Manuel, mediante la renovación de la Cámara de Diputados federal con la mayoría relativa –respaldo del 50 por ciento más uno de los diputados– que le ayudarán a la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación para la mitad del sexenio que resta.

 

En esta elección, el partido Morena, junto con sus aliados, el Partido del Trabajo y Partido Verde Ecologista de México, tendrá el 56 por ciento de la Cámara de Diputados.

 

Mientras que para reformar la Constitución, requiere de la mayoría calificada –el 66 por ciento de los votos de los diputados– y que sean aprobadas por 17 congresos locales, lo cual ya tiene Morena, solo tendría que completar el apoyo de dos terceras parte de la Cámara de Diputados, como lo hicieron para aprobar los cambios en la Constitución sobre educación, combate a la corrupción y la impunidad, austeridad, democracia participativa y seguridad nacional, social, laboral y de la salud, con el objetivo superior de beneficiar al pueblo mexicano.

 

Balance de la elección en Tlaxcala

Con el triunfo contundente por dos dígitos de la candidata de la coalición “Juntos Haremos Historia en Tlaxcala”, Lorena Cuellar Cisneros, se confirman tres supuestos: que las elecciones para la gubernatura han sido en parejas, desde que ocurre la alternancia en 1998 cuando compiten Alfonso Sánchez Anaya y Joaquín Cisneros, en 2004 con Héctor Ortiz y Mariano González (aunque en esta elección hay tres candidatos competitivos), en 2010 otra vez con Mariano González y Adriana Dávila, en 2016 con Marco Mena y Lorena Cuéllar y también en 2021 con Lorena Cuéllar y Anabell Avalos.

 

También se comprueba el pronóstico de la mayoría de las casas encuestadoras que mostraba la ventaja del partido Morena, con y sin candidata, por lo que poco le resultó a la candidata de “Unidos por Tlaxcala” la estrategia de recibir, con bombo y platillo, cuantos adherentes se sumaran, sobre todo si traían consigo un chaleco guinda. En lugar de construir un argumento sólido, que tuviera más importancia que las fugas, los berrinches y la campañas sucias de denostación y odio en contra del presidente de la República, Morena y sus candidatos.

 

Por último, se reafirma la aprobación y cariño de la mayoría de los tlaxcaltecas con el presidente tabasqueño, en este caso para que continúe con el trabajo de la 4T, pues anteriormente la confianza había ocurrido en las elecciones de 2006, 2012 y 2018, en las que participó como candidato presidencial. Quedando así despejada la incógnita del peso que tendría en esta elección sin aparecer en la boleta, pero sí en la mente de los ciudadanos conscientes de lo que estaba en juego, por lo que indirectamente también recibieron el respaldo los diputados federales y locales.

 

En el caso de algunos diputados locales, ayuntamientos y comunidades de Tlaxcala, el efecto AMLO no fue aprovechado por todos los candidatos, porque para lograr el triunfo se requirió algo más que las siglas de Morena, como por ejemplo: oficio político y trabajo organizativo, pues quienes se confiaron solamente en su capacidad o en su capital político quedaron sorprendidos, también hubo casos en municipios de quienes jugaron en contra, con tal de que no ganaran, haciendo contra campaña o simplemente apoyando a otro candidato.

 

Esta elección deja muchas lecciones a todos y aunque todavía no culmina por las inconformidades de varios candidatos en diferentes municipios, también hay averiguaciones que ha solicitado el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones por los delitos electorales de quema de boletas y material electoral, además de agresiones en contra de funcionarios electorales, todas éstas deben resolverse o presentarse como el robo de urnas de la colonia Emiliano Zapata de Panotla.

 

Por el bien de la democracia, tanto ciudadanos como fuerzas políticas e instituciones deben colaborar para garantizar el sufragio efectivo. Hoy se tienen las herramientas legales para prevenir el malestar que antes ocasionaban las elecciones de Estado, desde donde se fraguaban los fraudes electorales; no hay otro camino más que el de la civilidad, tal y como lo decía Benito Juárez, nada por la fuerza, todo por la razón.

 

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Publicado en La Jornada de Oriente Tlaxcala

8 de junio de 2021

Por Joel Flores Bonilla

 

Ni la pandemia, ni la guerra sucia, impidieron que una mayoría ciudadana saliera el domingo 6 de junio a su respectiva casilla para votar a favor de la esperanza. Con el cubrebocas, como parte de la nueva normalidad, y un lapicero por si acaso, muchos ciudadanos se enfilaron a emitir su sufragio a sabiendas de que ya tenía decidido sus votos.

 

Afortunadamente, los provocadores no lograron su cometido, excepto por incidentes en Guadalupe Victoria y en Santa Cruz Tetela, pero en general se vivió en un ambiente de tranquilidad y civilidad, en la que se dio preferencia a los adultos mayores y a las personas con discapacidad para que no tuvieran que hacer fila.

 

Ante estos sucesos, deben quedar como experiencia para los organizadores de las elecciones que contemplen la presencia de la Guardia Nacional para cuidar la integridad de todos y también del personal del Ministerio Público habilitado expresamente para prevenir algún delito electoral.

 

Acostumbrados cada vez más a la sana distancia, el alcohol en gel para desinfectarse las manos, el saludo de puño y al ya mencionado cubrebocas, los ciudadanos pudimos encontrarnos otra vez reunidos, en espacios abiertos para transmitirnos, aunque sea por un momento, la dicha de haber pasado lo peor de la pandemia y esperar que el número de contagios y muertos continúen a la baja.

 

La buena participación ciudadana, 64 por ciento, según información preliminar del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE), también venció al fraude electoral, por lo que ante la avaricia y la rapiña de un puñado, el deber cívico de votar y estar informado son la mejor herramienta para desactivar la compra–venta del voto, que en cada elección debe ir desterrándose tal práctica antidemocrática, que solo ha servido para engañar y manipular al pueblo.

 

Esta elección intermedia la podríamos dividir para su análisis en dos partes, una que tiene que ver con el trabajo legislativo a nivel federal y otra con el gobierno local.

 

La importancia del Poder Legislativo en la Cámara de San Lázaro radica en el trabajo que realiza en conjunto con el Poder Ejecutivo, pues las modificaciones a la ley que ha propuesto el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) han tenido que aprobarse en la Cámara de Diputados y en la de Senadores, como por ejemplo la pensión universal de los adultos mayores a rango constitucional, la extinción de los fideicomisos, el fraude electoral catalogado como delito grave sin derecho a fianza, la derogación de la reforma laboral y educativa, entre otras modificaciones en beneficio de la sociedad.

 

De acuerdo con los resultados preliminares de la jornada electoral 2021, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y sus aliados el Partido del Trabajo (PT), el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y el Partido Encuentro Solidario (PES), obtendrían juntos una votación estimada del 48.3 por ciento y un total de 298 diputados federales, con lo que tendrían mayoría relativa y superarían el 43.5 por ciento logrado en la elección de hace tres años entre Morena, PT y PES.

 

Por otra parte, las gubernaturas que estuvieron en disputa el domingo son importantes para acotar el poder del PRIANRD, que buscaba allegarse de los recursos del Estado para seguir golpeando al gobierno de AMLO, pero sobre todo se trató de una oportunidad pacífica y popular para desterrar al conservadurismo neoliberal.

 

De acuerdo con las encuestas de salida, en los 15 estados donde se realizaron elecciones para la gubernatura, los estados que demuestran una ventaja significativa de triunfo son Baja California, Sonora, Sinaloa, Nayarit, Colima, Guerrero, Michoacán, Campeche, Zacatecas y Tlaxcala.

 

Sin embargo, también pudiera haber posibilidades de victoria en Chihuahua y Baja California Sur.

 

De concretarse este escenario, de 12 de 15 gubernaturas, más la CDMX, Puebla, Veracruz, Tabasco y Chiapas, que son estados donde ya gobierna Morena, además de Morelos y de superar el número de diputados federales, sin duda el gran ganador es el pueblo por depositar su confianza en el trabajo que se va construyendo con la 4T.

 

Mientras el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) de Tlaxcala fluye lentamente, con el 16 por ciento de las actas capturadas para diputados locales, la coalición que encabeza Morena tiene una tendencia favorable en 10 distritos, además del distrito 12 en el que fue solo, el PT aventaja en el distrito 14, en el distrito 13 aventaja por la mínima diferencia y por el momento no se tienen datos en el distrito 8. Solo en el distrito 2 va adelante la coalición “Unidos por Tlaxcala”.

 

Falta que se tenga más información de los municipios y comunidades, pero es muy posible que sea igual de favorable. Apenas comienza el amanecer del cambio y este tendrá que ser verdadero o no será.

 

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Fuente: La Jornada de Oriente Tlaxcala