28 de enero de 2021

Por Joel Flores Bonilla

 

Cuando cumplí años, me emocionó el hecho de tener la mayoría de edad para tramitar la credencial que te acredita como una persona adulta, cuyo primer deber cívico como ciudadano mexicano sería la de votar en las elecciones por una persona, que más o menos te represente, además de estampar oficialmente tu firma que vas a utilizar para todos tus tramites que serán inimaginables durante toda tu vida, eso, y esperar verse decente en tu foto para presumir la INE.

 

A muchos adultos jóvenes, poco o nada les interesa la política y menos hablar de ella, o al menos prefieren platicar de otras cosas, o seguir de largo con las publicaciones de Facebook o de Instagram. A la política la ven como las matemáticas, saben que de algo sirve pero no entienden bien para que, por lo que si no le ven utilidad, beneficio o provecho, será omitido cualquier tema de esta índole.

 

Pues, déjenme decirles, que la política, la practicamos a diario, como también de manera natural tenemos que usar los números para casi todas las actividades que realizamos de manera cotidiana, o habrá quienes estén exentos de hacer cuentas con el dinero, obtener los descuentos de una promoción, saber la hora o simplemente medir las reacciones que tienen las imágenes que compartimos a diario para estimar que tanta aceptación tenemos de los demás.

 

Pero, ¿Cómo es que de manera inconsciente o consciente ponemos en práctica la política?, bueno, pues de inicio la política es el arte de lo posible, lo que significa que sin la política no podríamos ponernos de acuerdo las personas en hacer o no tal cosa, o tomar una decisión por encima de otra, a menos de que se trate de los padres o la pareja que diga lo que se tenga que hacer según su voluntad, sin posibilidad de defender con un argumento nuestro punto de vista.

 

Hace miles de años, cuando iniciaba el proceso de civilización, nuestros antepasados arreglaban sus problemas con una declaración de guerra o una invasión, para determinar a quién le pertenecía el terreno, el agua o cualquier otro recurso, es más, quién no ha leído esa historia del quijadazo que le propinó Caín a su hermano Abel, con lo que acabó con un cuarto de la población, si hablando se entiende la gente, total si el planeta en ese entonces era muy basto, dicen.

La política, no solo la hacen los políticos o los partidos políticos, también nos sirve para exigir derechos humanos y animales, de los recursos naturales y hasta inmateriales y culturales. Por lo que cada quién puede ajustarse a una causa o incluso crearla y convertirse en su promotor. Como se pueden dar cuenta, somos un animal político o zoon politikón, porque creamos una sociedad en la que se pueda vivir medianamente civilizados en ciudades (polis en griego).

 

Pero, cuidado, que la palabra es fuente de malentendidos, ya sea porqué está mal expresada, mal percibida o ambas.

 

Hasta la próxima.

 

Publicado en Ojo Águila

LA HISTORIA DE UN LUCHADOR SOCIAL

25 de enero de 2021

Por Joel Flores Bonilla

 

Cuando iniciamos la formación de Morena como partido político, no sabía del reto que significaría formar comités municipales por ciudadanos que quisieran militar en la organización de un partido nuevo, sin que recibieran algún recurso económico y en cambio muchas tareas por realizar.

 

Afortunadamente, el nombre de Andrés Manuel López Obrador llamaba por sí solo, a pesar de la campaña de miedo que medios de comunicación y políticos de la derecha dirigieron en su contra, por lo que en cada lugar había más de una persona interesada en ayudar, el reto era encontrarlas al inicio de la incipiente organización política.

 

Uno de los municipios en el que encontramos respaldo sin la menor duda de unirse a esta aventura, desde el inicio y sin pensarlo dos veces, fue el de Chiautempan, con el apoyo de la familia Zárate Haro, que desde ese entonces ha estado en la disposición de colaborar, aun cuando cada uno de los integrantes se dedica a su profesión u oficio.

 

Recuerdo con gran afecto a la compañera Juana Zárate Haro, era la hermana mayor que se encargaba de alentar el trabajo sin descuidar sus deberes en la maquila de ropa, pues tenía la esperanza, como todos los morenistas, de ver en la Presidencia de la Republica a López Obrador. Además de su hermano Abraham Zárate, quien desde entonces ya tenía experiencia política y entre los dos se encargaban de orientar al joven presidente del Comité Municipal de Chiautempan, Emmanuel Cortés –Manolo.

 

Actualmente, Abraham Zárate participa en el proceso interno de Morena para la elección a candidato a la diputación federal por el distrito 02, siendo la mejor opción en este distrito.

 

¿Quién es Abraham Zárate?

 

Él fue el primer referente que tuve en Chiautempan, gracias a la recomendación de Guillermo Meneses Amador, un amigo en común y que también es de la lucha de izquierda. El Gallo, como es apodado en su natal municipio, porque desde pequeño no se dejaba de los que querían abusar de su tamaño y edad. En 1985, ya siendo un adolescente, vivió de cerca la alternancia política, cuando el ahora extinto Partido Demócrata Mexicano –PDM– ganó la presidencia municipal de Chiautempan al PRI.

 

Al cursar la preparatoria, en el CETis 132, en compañía de Leticia Ahuatzi Pinillo y otros compañeros, formaron la sociedad estudiantil, la cual, entre otras cosas, se encargaron de que la dirección regularizara las clases, debido a que los docentes no cubrían con el perfil académico, además gestionaron con el presidente municipal, material para la construcción de una cancha deportiva que beneficiara a los estudiantes, así como la plantación de árboles en todo el perímetro del plantel educativo.

 

Seguramente estas experiencias lo marcaron para que decidiera estudiar la licenciatura en Derecho en la Universidad Autónoma de Tlaxcala y posteriormente participara en el bufete jurídico de la institución, uno de sus primeros logros fue la defensa de los trabajadores de la empresa Perforaciones y Aforos del Golfo, quienes habían sido despedidos injustamente.

 

En el ejercicio profesional ha defendido el Estado de derecho, como por ejemplo el caso del fraccionamiento Santa Elena en Panotla, en el que los vecinos llegaron a disponer de la ley de manera discrecional y patrimonialista para intentar establecer una presidencia de comunidad, pero junto con el abogado Omar Manguila Ríos, promovieron una controversia constitucional en la Suprema Corte de Justicia de la Nación para revertir esta situación.

 

En otro acto, ocurrido en el mismo municipio, pero ahora con problemas de reconocimiento del presidente municipal, ayudó a los trabajadores de la presidencia a promover ante el tribunal de los servidores públicos el pago de salarios, algo novedoso si se toma en cuenta que la mayoría de los casos que resuelven son indemnizaciones y reinstalaciones, al no tener respuesta, acudieron a un juzgado federal para concluir el conflicto en paz y por la vía legal.

 

Otro caso fue el de ayudar a pobladores de La Trinidad Tenexyecac, San Jorge Tezoquipan, San Vicente Xiloxoxitla y Texoloc para no verse afectados por el Proyecto Integral Morelos, logrando que el Congreso local emitiera un exhorto al gobierno de Enrique Peña Nieto para que reconsiderara el trazo y no afectara los centros urbanos de aquellas demarcaciones.

 

En cuanto a la lucha social, además de la realizada en el partido Morena, también forma parte de la organización Frente Popular de Organizaciones Sociales de Tlaxcala y desde esta trinchera ha combatido el alza inmoderada de la tarifa del pasaje de la empresa ATAH, ha acompañado la lucha de los maestros contra la reforma educativa y el examen punitivo en la Universidad Tecnológica de Tlaxcala. Igualmente ha pugnado contra la disminución de la matrícula estudiantil en la Escuela Normal Rural Benito Juárez

 

Mientras que ha ayudado a los jugadores de béisbol de la colonia Reforma de Chiautempan para que no se les cobre derecho de piso cada vez que juegan en el deportivo y ha apoyado para que se reconozca como pueblo indígena a Guadalupe Ixcotla, además de que se reconozcan sus usos y costumbres.

 

La trayectoria política de Abraham Zárate en la lucha social y la vida democrática es de tiempo, al igual que su aporte al proceso de transformación como fundador de Morena, es por eso que debe sentirse orgulloso de hacer honor a su alias El Gallo, solo que ahora también se encarga de defender al pueblo.

 

Facebook: @FloresBonillaJoel

 

Publicado en La Jornada de Oriente

Mesa política con el tema CANDIDATOS DE MORENA

20 de enero de 2021

EL PERFIL DE UN CANDIDATO

20 de enero de 2021

Por Joel Flores Bonilla

 

Habrá una pandemia de candidatos una vez que comience el registro de aspirantes a los distintos cargos que se van a elegir en el proceso electoral que se avecina el próximo 6 de junio y no es de extrañarse que en cada elección veamos personajes con diferentes rasgos de lo conspicuo a la vacuidad, que en algunos casos parecería que es necesario cumplir mínimamente con ciertos atributos que deben reunir para que al ser favorecidos por el voto logren desempeñar un trabajo digno y reconocido por la sociedad.

 

En primer instancia, hay que tener en cuenta que cualquier cargo a desempeñar en la administración pública, llámese presidente o legislador, es de servidor público, lo que significa que sus tareas las va a realizar para servir a todos los habitantes que forman parte de la comunidad, municipio, estado o distrito. Lo comento porqué, durante décadas, una cultura política hegemónica por el dinosaurio priista, que distorsiono el entender de un funcionario, al grado que muchos políticos busquen llegar al poder con el objetivo de servirse y enriquecerse obscenamente.

 

En segundo lugar, todo aquel que quiera ser candidato, debe saber que es un representante de los ciudadanos por lo que hay un principio que describe el filósofo Enrique Dussel en su libro 20 tesis de política, en el resume a los que mandan deben mandar obedeciendo, es decir que van a ser la población a la que representa, quienes le dicten lo que tiene que ejecutar, por lo que la tarea del gobernante será escuchar, para prestar atención a las demandas del pueblo y dedicarse a cumplirlas.

El tercer punto que debe tomar en cuenta todo aquel que esté en su libre derecho de participar, es la empatía con las personas, difícilmente será un buen representante popular quién no se pongan en los zapatos de los demás y sienta las necesidades que tienen la mayoría, más aun si vivimos en un país donde la mitad de los mexicanos vive en la pobreza y por lo tanto percibe un salario mínimo o menos que uno para medio sobrevivir, también que el 60 % trabaja en la informalidad y por tal motivo no tiene acceso a los derechos laborales, como por ejemplo; seguridad social, vacaciones, aguinaldo, pensión, entre otros.

 

Por último, es fundamental comprender que el querer un cargo político no es un premio, ni un sueño que se le tenga que dar o cumplir u otorgar como si fuera una herencia porqué hay un parentesco con políticos que ha vivido en el gobierno. Para llegar a estos puestos, hay que formarse y capacitarse políticamente si no a conciencia, por lo menos en la práctica cotidiana de su vida diaria, la lógica, la cívica, la ética y la moral, que sepa que ocupara un encargo y que está de por medio su prestigio e incluso el de su familia, pues al final será la sociedad quién se lo premiará o se lo demandará. Hasta la próxima.

 

Publicado en Ojo Águila 

EL PLAN NACIONAL DE DESARROLLO 2019-2024

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

18 de enero de 2021

Por Joel Flores Bonilla

 

A cada gobernante del sexenio en turno le corresponde presentar las propuestas que hizo en campaña en un documento viable y ejecutable con el que pueda gobernar una nación y dar solución a los problemas que la aquejan. Durante los últimos 36 años en México, los proyectos económicos se basaron en el modelo económico neoliberal y su fracaso trajo como consecuencia la debacle económica de millones de personas que, andando el tiempo, vieron en Morena y Andrés Manuel López Obrador una opción al margen del neoliberalismo.

 

La tarea del actual gobierno, en primer instancia, consistió en devolverle la confianza a los ciudadanos de que el nuevo gobierno no llegó al poder para enriquecerse, engañar y traicionar al pueblo que votó por ellos, pues se cierne la esperanza de romper con el statu quo.

 

Básicamente el Plan Nacional de Desarrollo (PND) lo que propone es un gobierno justo, en el que impere una mayor igualdad y libertad, como lo definió Rousseau, que ningún ciudadano sea tan rico para poder comprar a otro, ni ninguno sea tan pobre para verse forzado a venderse; en eso consiste la 4T.

 

Los pilares del plan de desarrollo

Desde que el presidente Andrés Manuel comenzó a poner en práctica el PND para constituir este proyecto de gobierno a un horizonte mayor de seis años, partió de las siguientes cuatro premisas:

 

El combate a la corrupción en todas sus formas y en todos los niveles, pues la deshonestidad ha impedido que los recursos económicos y materiales del Estado lleguen y cubran a la base de la pirámide social.

La austeridad de un gobierno que se resume en la frase “No puede haber gobierno rico con pueblo pobre”, por lo que todo representante del poder popular debe vivir en la justa medianía, como vive el promedio de los mexicanos.

 

La justicia social para las clases más desposeídas, que ante la falta de oportunidades educativas y laborales crean un círculo vicioso, que para salir, optan por las conductas antisociales o la migración.

Finalmente se busca fomentar la democracia representativa y participativa para establecer un nuevo pacto social, que permita hacer valer el artículo 39 constitucional que dice: “la soberanía nacional reside esencial y originalmente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste”.

 

Tres ejes de gobierno:

Política y gobierno.- En lo general busca recuperar el Estado de derecho y separar el Poder Ejecutivo del Legislativo y, a su vez, del Judicial; equilibrios que no se tenían en el pasado, por lo que ahora tanto gobierno como servidores públicos deben acatar y aplicar el conjunto de leyes vigentes en el país, además de la separación del poder político del poder económico, sin necesariamente que exista el rompimiento con empresarios e inversionistas.

 

Reforzar la seguridad pública y articularla con la seguridad nacional. Como dijo la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, el reto no es ganar la guerra, sino la paz.

 

Establecer los mecanismos para hacer posible la revocación de mandato y la consulta popular. Siguiendo el principio: el pueblo pone y el pueblo quita.

 

Buscar atender el problema de migración con la atención a los connacionales y la realización de políticas, que permitan que quienes migren lo hagan por voluntad y no por necesidad.

 

Política social.- La aspiración es lograr el estado de bienestar, que comenzó con la instauración constitucional de programas sociales. Cabe mencionar al respecto que en el segundo año de gobierno el presidente López Obrador informo que el 70 por ciento de los hogares recibe, cuando menos, un programa de bienestar.

 

Se tienen que garantizar empleo, educación, salud, cultura y bienestar con los programas regionales, sectoriales y coyunturales de desarrollo, sobre todo ante la crisis que desató la situación actual de la pandemia por la Covid–19.

 

Economía.- Propone básicamente detonar la economía, mantener las finanzas sanas sin la generación de deuda, como sucedía con los viejos gobiernos, que aprovechaban cualquier desastre para acudir al Fondo Monetario Internacional para endeudar a los mexicanos.

 

Además de favorecer la autosuficiencia alimentaria, el rescate del campo y el aprovechamiento de las energías renovables.

 

Invertir en ciencia y tecnología, al igual que en el deporte para beneficio de la salud y como medio de cohesión social.

 

A manera de colofón, para instaurar la 4T en Tlaxcala, valdría la pena revisar cuales serían los retos en lo general, las necesidades en el contexto actual del estado y las características específicas de acuerdo con la realidad tlaxcalteca, con objetivos y metas medibles en lo posible dentro de lo deseable. Por lo que, desde este espacio, se intentará, en una próxima entrega, articular propuestas que alienten el debate público en torno a las opciones políticas en disputa en el estado.

 

Facebook: @FloresBonillaJoel

 

Twitter: @floresjoel_

 

Publicado en La Jornada de Oriente

LA CLASE POLÍTICA DE MORENA EN TLAXCALA

11 de enero de 2021

Por Joel Flores Bonilla

 

En este 2021 se cumplirán nueve años del inicio de la conformación del partido Morena en Tlaxcala, durante este tiempo también se ha formado militancia propia del partido, a pesar de los obstáculos que los morenistas hemos tenido que sortear en lo que fue el preámbulo que nos convirtió en el partido actual en el poder, tal es el caso de 2014 cuando obtuvimos el registro nacional como partido político, en 2015 cuando participamos en nuestra primera elección federal, en 2016 durante las elecciones locales de Tlaxcala y finalmente el gran salto en 2018 para la elección presidencial.

 

Los fundadores de Morena

En el año 2012 se conformó el único Comité Ejecutivo Estatal de Tlaxcala, el cual fue el punto de partida para iniciar la institucionalización del Movimiento de Regeneración Nacional y con ello ser el instrumento para el recambio de la clase política a partir del liderazgo de Andrés Manuel López Obrador. Por lo que iniciamos los trabajos de afiliación, formación de comités municipales, capacitación política y realización de las tareas que nos encomendó el Comité Ejecutivo Nacional como, por ejemplo, realizar nuestra asamblea estatal, organizarnos para la defensa de la soberanía nacional y recabar firmas para la consulta ciudadana en contra de la privatización de nuestros recursos energéticos, entre otros trabajos cumplidos.

 

El novel comité a mi cargo tuvo que enfrentar el primer problema que fue la falta de recursos económicos para la organización del partido del pueblo, no solo cada secretario tuvo que solventar sus gastos, también dio de su tiempo para primero recabar fondos, mediante la venta de bonos fundador, los libros No decir adiós a la esperanza, escrito por AMLO y el boteo en las calles para entregar todo lo recaudado al Comité Ejecutivo Nacional.

 

La siguiente dificultad fue la falta de experiencia política para conformar las estructuras municipales, por lo que los integrantes del Comité Estatal nos dimos a la tarea de visitar cada municipio con una lista de nombres que habíamos recibido de la coordinación cuando Morena era una asociación civil, para invitarlos a participar. Algunos aceptaron el desafío de conformar un proyecto de partido nuevo saliendo de las filas de sus antiguos partidos políticos, con la única confianza de seguir a quien encabezaba el movimiento nacional, otros ciudadanos sin partido creyeron en nosotros, los que estábamos al frente y que a sus ojos representamos la honestidad, la independencia, la libertad, el trabajo voluntario, en fin una nueva clase política distinta.

 

El nacimiento de la militancia de Morena

El trabajo de organización dio resultado en nuestra primera experiencia electoral al ser uno de los cuatro estados con mayor votación a nivel nacional y en Tlaxcala convertirnos en el partido emergente de izquierda.

 

De esta primera generación surgieron compañeras y compañeros, como por ejemplo René Ramírez Rojas, quien fue consejero estatal y consejero nacional, además estuvo encargado de la Secretaría de Formación y Capacitación Política en el estado, por lo que su labor fue imprescindible para formar ideológicamente a la militancia no solo en el debate al interior del espacio físico del partido sino además en las calles mediante la lucha social, principalmente contra las reformas privatizadoras del Pacto por México que firmaron los hoy aliados PRIANRD.

 

También se encuentra el caso del compañero José Abraham Zárate Haro, quien con su experiencia en la organización ciudadana ayudó a formar el Comité Municipal de Chiautempan y no solo eso, también tuvo la oportunidad de ser candidato a presidente municipal de Chiautempan por Morena en 2016, durante un momento álgido en la corta vida del partido. Entre otras compañeras y compañeros destacados.

 

Precisamente en la elección de 2016, la militancia sufrió su primer revés, cuando la candidata a la gubernatura del estado, Martha Palafox Gutiérrez decidió buscar a la mayoría de los candidatos fuera del partido. Por si esto fuera poco, las estructuras municipales no fueron tomadas en cuenta y después de pasar el proceso electoral todos los comités no se renovaron, por lo que se perdió mucho de lo construido al llegar al abordaje quienes ocuparon candidaturas y regidurías sin haber militado en Morena, como tampoco se eligió un nuevo Comité Estatal, quedando el partido en manos de delegados provisionales que abandonaron la labor del militante, lo cual se vio reflejado en los actuales legisladores.

 

Sin embargo, la situación nacional del partido para enfrentar la crisis de la dirigencia nacional, hizo que nuevamente se volteará a escuchar a la militancia leal y defensora del bien común, precisamente son estos militantes la pieza clave para dar continuidad al trabajo que se había iniciado, pero ahora para defender la 4T.

 

El proceso electoral de 2021 nos pone nuevamente a prueba y es esta coyuntura la que nos lleva a la reactivación y formación nuevamente de los comités de base con la ayuda de muchos militantes y simpatizantes que no han perdido la esperanza. Otros como Abraham Zárate y René Ramírez, asumieron la gran responsabilidad de buscar la candidatura para la diputación federal por el distrito 2 y 3, respectivamente. Pues como ya lo he mencionado son de los cuadros políticos más avezados y formados desde el inicio con la ideología que caracterizan a los morenistas y los principios que identifican a la 4T.

 

Como ellos, hay más compañeros con las cualidades a la altura de las circunstancias, pero para ello es necesario una oportunidad y que sea el pueblo el que nos siga dando su confianza, a quienes damos como garantía nuestra palabra de continuar haciendo política con ética y principios. Sepan que ¡No les vamos a fallar!

 

Facebook: @FloresBonillaJoel

 

Twitter: @floresjoel_

 

Publicado en La Jornada de Oriente

MORENA, HACER COMUNIDAD POLÍTICA

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

4 de enero de 2021

Por Joel Flores Bonilla

 

El 2020 recién finaliza y quedará registrado en la historia como el año de la pandemia de Covid–19. Hasta el día de hoy se estima que han enfermado 83.6 millones de personas en el mundo, de las cuales han muerto 1.82 millones. También 2020 será recordado por las medidas sanitarias dispuestas para evitar la diseminación del virus. Entre las más señaladas están el distanciamiento social –quedarse en casa o evitar reuniones multitudinarias– y el impedimento para contactar con un saludo de mano, un abrazo o un beso, entre otras necesarias para no contagiar o ser contagiado.

 

¿Cómo es que una sustancia química del tamaño de una millonésima parte de un milímetro sea capaz de provocar cambios sustantivos en nuestra sociedad y en la vida de los seres humanos? La partícula viral nos ha dado muestra de lo susceptible que es la especie humana ante nuevos agentes infecciosos con los que debemos convivir en la carrera por la supervivencia, pero también ha mostrado la importancia de las interacciones sociales y la complejidad del entramado comunitario del que formamos parte; ha expuesto, por ejemplo, la urgente necesidad de ciertos servicios, de numerosos trabajos y oficios que en otro contexto no valoramos en plenitud de justicia por cuanto hacen posible nuestra vida cotidiana. En ese sentido menciono a las personas que recogen la basura, manejan el transporte colectivo, enseñan en las escuelas, se dedican al comercio, atienden a los enfermos, trabajan en la administración pública, informan a la ciudadanía, realizan transacciones bancarias, cultivan alimentos, producen proteínas de origen animal, entre otras tantas que nos muestran claramente la vida en comunidad. Por si fuera poco, también esta circunstancia pone de relieve la necesidad que tenemos de relacionarnos y crear vínculos de amistad y fraternidad.

 

Comunidad en Morena

Extrapolando lo anterior a la vida institucional en un partido político, podemos decir que los militantes de un organismo de esa naturaleza también funcionamos así: somos parte de un todo y cada uno tiene una participación clave. Un comité de base hace posible un trabajo político comunitario en un territorio como una colonia, un barrio, una sección electoral o también puede hacer frente en algún sector como el deportivo, cultural, artístico, entre otros. También esa organización puede establecerse por afinidad en la que participen jóvenes, mujeres, personas de la diversidad sexual o algún otro colectivo de autoidentificación. Desde luego, para que todo el engranaje funcione se requiere de una dirigencia y un plan de trabajo con los que pueda existir vida orgánica en cada una de las estructuras estatales, municipales o de base, para echar a andar los programas que traza en sus documentos básicos el partido y que están representados en las secretarías.

 

Lo mejor es poner por delante de cualquier interés personal o de grupo, la esencia por la que se creó Morena: como el partido genuinamente democrático cuyo fin sería el cambio de gobierno de manera pacífica en la incipiente democracia mexicana. La coyuntura electoral nos coloca ante una nueva oportunidad para hacer comunidad y democratizar el partido.

 

Hacia la unidad

El año que terminó nos revela la urgencia de la empatía y la solidaridad,  necesarias para que la mortalidad no sea mayor en esta contingencia. En Morena esos mismos valores deben reinar en la búsqueda del estado de bienestar nacional, en ese sentido es prioritario conservar la mayoría en la Cámara de Diputados federales y locales, así como consolidar los triunfos en las gubernaturas, presidencias municipales y de comunidad para impedir el regreso de la corrupción y la impunidad que tanto daño han ocasionado al pueblo mexicano.

 

Es ilógico pensar que en un partido como Morena se formen clases privilegiadas o se reproduzcan políticas anacrónicas características del PRIAN para mantener la obediencia y disciplina en la militancia a la que utiliza como fuerza de trabajo para las élites políticas. La unidad se genera cuando hay respeto y se habla entre iguales, ni más ni menos.

 

Algo similar encaramos con las alianzas electorales con partidos que solo han sobrevivido por conveniencia del sistema electoral mexicano, realidad muy cercana en las próximas elecciones en las que participarán 15 partidos. Sin duda, el único camino del cambio es continuar con el proyecto transformador de la 4T, por eso Morena no debe permitir que sus aliados le impongan condiciones o espacios que por su posición no tienen el derecho a exigir,

 

La información fidedigna y oportuna es poder, por lo tanto es una condición sine qua non para la población o la militancia. Al no haber una dirigencia estatal de Morena en Tlaxcala se pierde la comunicación efectiva y se da pie a la infodemia de noticias falsas publicadas por “chayoteros” y aves de mal agüero que indudablemente evitan la unidad y la creación de las condiciones para trabajar hacia un mismo fin: el beneficio de la sociedad  mediante la elección de los mejores hombres y mujeres que representen a Morena.

 

Agradezco al amable lector que dedica su valioso tiempo para conocer mi opinión, así que lo menos que puedo hacer es desearle un feliz y próspero año 2021 en lo material, en la salud y en lo espiritual.

 

Facebook: @FloresBonillaJoel

 

 

Twitter: @floresjoel_

 

Publicado en La Jornada de Oriente Tlaxcala

HAY DE ALIANZAS A ALIANZAS

28 de diciembre de 2020

Por Joel Flores Bonilla

 

Las alianzas las practicaban los pueblos mesoamericanos como mecanismo de defensa o dominación, dependiendo del interés del señorío, sin que cada grupo étnico pusiera en riesgo su identidad ideológica, territorial y religiosa. Por el contrario, se sabe de extensas y muy conocidas alianzas, como la que formaron tlaxcaltecas, cholultecas y huexotzincas para no ser avasallados por la confederación tripartita, conformada a su vez por Tenochtitlán, Texcoco y Tlacopan, o las que constituyeron etnias mayas, purépechas y mixtecas.

 

En la actualidad, las alianzas que realizan los partidos políticos tienen por objeto disputar o mantener el poder, ya sea que el partido gobierne o forme parte de la oposición. En el año 2000, un grupo de partidos señaladamente de izquierda, hicieron jefe de Gobierno del Distrito Federal a Andrés Manuel López Obrador. En 2006, los partidos de izquierda, PRD, PT y Convergencia, volvieron a aliarse en la “Coalición por el Bien de Todos”, tanto para la jefatura de Gobierno como para la Presidencia de México; fórmula que se repetiría para 2012 mediante la alianza nombrada como “Movimiento Progresista”.

 

Ideología por votos

 

En las elecciones federales de 2018 se dio una coalición electoral, que no política, entre Morena, PT y el partido confesional PES, –el cual, por cierto, perdió su registro nacional en el mismo año. El resultado de aquellas elecciones fue demoledor para la derecha, lo que significó el fin del tripartidismo del PAN, PRD y PRI, además de sus aliados históricos del PVEM y Panal –que también perdió su registro nacional.

 

Mientras todo ello ocurría, Morena obtuvo triunfos significativos en lo cuantitativo, no así en lo cualitativo, pues a partir de la alianza con el PES y una descuidada selección de candidatos provenientes de otros partidos y cuya ideología distaba mucho de la del partido, la calidad de los representantes políticos de Morena quedó en entredicho.

 

Para este proceso electoral, se dio por descontado que la política de alianzas sería diferente y que en esta ocasión la militancia y las bases de Morena serían escuchadas. Asimismo, se asumió que el proceso de designación de todas las candidaturas se haría mediante convocatorias públicas, abiertas a la militancia y a los simpatizantes, así como a través de la aplicación de encuestas para todos los niveles. Sin embargo, la dirigencia de Morena regresó al camino de las decisiones pragmáticas, y decidió aliarse a nivel nacional con un partido que no es ecologista, ni verde, ni partido, pero sí negocio familiar.

 

La forma es fondo

 

En Tlaxcala no fue distinto. Aquí se firmó una alianza con dos partidos locales de ideología lejana, al menos de la de Morena: el Panal y el PEST. Y, por si fuera poco, se repartieron 10 de 15 distritos electorales locales, como se reparten dulces en las posadas, sin tomarse la molestia de preguntar a los militantes si estaban de acuerdo con esta decisión o por lo menos analizar si existe afinidad de esos partidos locales hacia la 4T. Se trató de una decisión cupular, escasamente operada en la base. Una resolución perfectamente vertical.

 

El que se haya llegado hasta este punto no es casualidad. A Morena lo fueron desmantelando de a poco; primero quienes se apoderaron de la dirigencia estatal evitaron la realización de asambleas para renovar a las consejeras y consejeros estatales, y así elegir un nuevo comité; luego se paralizaron los comités municipales, lo que llevó a su inmovilización y a que la estructura cayera en la inacción. Todo ello desembocó en que el partido dependa de decisiones verticales y que el trabajo político de cientos de militantes quede relegado por personajes cuyo único mérito es la cercanía con quien toma las decisiones dentro del partido.

 

El riesgo poselectoral que se corre, tanto con representantes populares que no están completamente identificados con Morena como con coaliciones electorales deficientemente operadas en la base, es que el compromiso de echar a andar un proyecto transformador en Tlaxcala quede en suspenso.

 

No queda otro camino que seguir trabajando desde abajo y sumando conciencias que interioricen la labor del militante de Morena, para quien el “no mentir, no robar y no traicionar al pueblo” sea una máxima en el quehacer político diario; máxima, por cierto, que quienes aspiran a ser representantes populares deberían cumplir a cabalidad. De otra manera, la política seguirá siendo un asunto de los políticos y, sólo de vez en cuando, de ciudadanos como usted o como yo.

 

Publicado en La Jornada de Oriente Tlaxcala